En la actualidad se ha nacionalizado la toma de colegios como medida de lucha. Esta es la expresión de un movimiento estudiantil que se organizó en el contacto con la realidad de la Educación Pública. Una realidad en la que la educación, lejos de ser un derecho, es pensada como un gasto, donde los educadores son considerados como empleados y su salario como un costo, donde los estudiantes somos consumidores y productos para un mercado. Esta es la concepción a la que el movimiento estudiantil se enfrenta en conjunto, sin distinguir jurisdicciones y considerándonos parte de un mismo sistema educativo y de la misma sociedad.
Nuestra lucha es creativa y generadora de conciencia participativa. A este sistema educativo le oponemos la alternativa que construimos día a día: pensamos y creamos una educación que sea crítica e integral. Crítica para formarnos como sujetos capaces de tener incidencia en la realidad social y comprenderla de manera autónoma. Integral para poder construir nuestra propia identidad con libertad para elegir el porvenir que queremos. Este es el espíritu de nuestra lucha, este es el proyecto que respalda nuestras reivindicaciones.
En este marco nuestras reivindicaciones son las siguientes:
1) Construcción de una nueva Ley de Educación Provincial a partir de un proceso participativo y democrático. SI bien sabemos que existió un debate inicial, éste se dio a partir de una reforma ya escrita y sin garantizar una participación efectiva de todos los agentes que deberían haber intervenido en la redacción de dicha ley. Ésta, en sus artículos n° 11 y n° 35, plantea la inclusión de educación religiosa opcional a escuelas públicas. El artículo n° 11 explicita que es un derecho de los padres “a que sus hijos reciban de manera opcional, en el ámbito de la educación pública de gestión estatal, educación religiosa que les permita aprehender los valores y contenidos básicos de la creencia por la que hubieran optado”. Consideramos que la educación pública estatal debe ser laica y no es responsabilidad del Estado garantizar la formación religiosa. Esta es una tarea que debe correr por cuenta de la familia o de las instituciones religiosas. Por otro lado, en su artículo n° 46 menciona como un deber del Ministerio de Educación“el propiciar la firma de convenios de colaboración mutua entre las autoridades educativas con los sectores de la producción y el trabajo”. Consideramos que el artículo refiere a responder a los intereses de ciertos sectores del mercado laboral. El artículo n° 19 titulado “Calidad de la Educación”, designa la obligación del gobierno provincial a instrumentar políticas necesarias para el mejoramiento de la calidad de la educación, entre ellas, la “renovación de la forma de organización y de gestión de instituciones educativas” y la asignación de recursos físicos y financieros en los que se integren de igual manera “aportes comunitarios, sectoriales y de otras jurisdicciones”. En este artículo no se especifican las “políticas necesarias” que renueven las formas de organización y gestión, y a continuación establece la posibilidad de que el sector privado contribuya física y financieramente en la educación pública. De la misma forma, el artículo n° 107 ubicado en el capítulo referido al financiamiento de la educación, establece que una ley especial determinará los recursos con que contará el sistema educativo, sin especificar cuándo se creará esta ley ni sus características. Además, observamos que se abre la posibilidad en el artículo n° 89 de que “representantes de los distintos organismos comprometidos con la temática, a quién el ministerio de educación o quien él designe podrá cursar las invitaciones pertinentes”, integren el Consejo Provincial de Políticas Educativas. Sabiendo que, “organismos comprometidos con la temática” es una definición bastante amplia, cabe la posibilidad de que sectores privados amplíen su influencia en las decisiones de políticas educativas. En este sentido, consideramos que la educación debe perseguir fines emancipadores y no tecnocráticos. También podríamos mencionar el artículo n° 40, n° 95, entre otros, todos orientados en la idea de la educación al servicio del mercado.
2) Presupuesto para las escuelas provinciales, de manera tal que se satisfagan todas las exigencias en materia edilicia y en calidad educativa, incluyendo el salario docente. Es importante en este punto aclarar de una vez y para todas, como es que siendo una escuela nacional nos hacemos eco de reclamos de jurisdicción provincial. Como movimiento estudiantil consideramos la educación como una unidad y en su defensa no podemos reparar en distinciones superfluas. Adherimos a la actual movilización estudiantil a nivel nacional porque exigimos que la educación sea una cuestión de Estado.
3) Elevación del presupuesto educativo en general, y del presupuesto universitario.
Nuestra escuela también presenta problemas edilicios y, sin exclusión del resto de las instituciones educativas, presenta problemas presupuestarios para encarar los diversos gastos anuales y el déficit continuo a raíz de los escasos ingresos aportados por la universidad. Los consideramos escasos ya que son irrisorios en comparación con los generados por la propia institución, que necesita realizar diferentes servicios para afrontar este déficit que acarreamos hace varios años (como el alquiler de canchas de futbol y básquet, como así también cursos de natación o de idiomas). Estos servicios, junto con las cuotas, generan más del doble del aporte de la universidad.
Por otro lado, queremos dejar en claro algunos puntos en relación a lo que circuló hasta ahora en los medios masivos de comunicación:
Creemos que algunos medios de comunicación están banalizando nuestra lucha: se ha dicho que esta medida de fuerza se ha dado de esta forma por ser una réplica de las tomas iniciadas en Buenos Aires, rotulándonos como seguidores de una moda. Se ha dicho que somos “jóvenes anarcos” luchando por algo ilegítimo, sin tener objetivos claros. Se ha dicho que nos encontramos en medio de “un jubileo” y de “una revolución hormonal”. También se ha dicho que sólo luchamos por cuestiones edilicias; frente a esto, decimos que, si bien este es un punto muy importante debido al evidente estado deplorable de varios colegios, nuestros reclamos son mucho más profundos. Nuestra lucha se está dando en un marco nacional y tiene un antecedente de más de 15 años a la par de reivindicaciones docentes, y si se mantiene vigente es porque nunca se recibieron respuestas que satisfagan la demanda de manera estructural. Es por esto que creemos que es tiempo de que el estudiantado actúe en conjunto, tanto con colegios de Buenos Aires como de Córdoba, La Rioja, Salta, Tucumán; tanto provinciales como nacionales.
Por otra parte, queremos desmentir la presencia de partidos políticos en la toma de decisiones de nuestra lucha. Las asambleas que se dieron en nuestro colegio los días 28 y 29 de septiembre sólo tuvieron la convocatoria de la mayoría de los alumnos del mismo establecimiento; nunca se dio un contacto con partidos políticos ni se buscarán.
Asamblea de Alumnos de la Escuela -
1 de Octubre de 2010, Córdoba.
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